martes, 29 de julio de 2014

en el ecuador

6 meses.
182 días.
4368 horas.

lo mire por donde lo mire me parece imposible que YA lleve aquí ese tiempo. y que SÓLO lleve aquí ese tiempo. El ser un ex-pat es lo que tiene. que todo tiene un doble rasero. El tiempo vuela y a la vez se alarga hasta límites insospechados. vives miles de cosas y a la vez te pierdes otras miles. no paras de hacer nuevos amigos y a la vez extrañas a los que dejaste en casa.

Nadie dijo que fuera a ser fácil.

En el ecuador del tiempo por el que vine, toca hacer balance (como si no lo hiciera cada día). Sin duda es positivo. Más que balance, la fecha requieres un recuento. qué he aprendido? la lista sería interminable, pero ahí va un resumen:

-que el perro era el mejor amigo del hombre hasta que llegó Skype.
-a hacer un cagatió
-que el término “Navidad” no está ligado al mes de diciembre, sino a querer meterse en casa a comer y beber para no pasar frío.
-que hay más países de los que pensaba que no conocía (y que hay que saber disimular la cara de “ah…y eso por dónde queda?” para que la gente no se ofenda).
-que tengo habilidades insospechadas que seguramente no hubiera descubierto en un millón de años de no haber estado aquí.
-que tu familia australiana puede estar constituida por una enfermera grupie, un pelirrojo cabezota y una veterinaria con cierta tendencia a oler el pelo a la gente.
-muchas más cosas sobre judíos ortodoxos, malasios, japoneses, chinos (y un largo etc) de las que jamás hubiera podido imaginar.
-que teniendo dos manos, un cerebro y una sonrisa, no me va a faltar para comer.
-que existe el concepto “ser europeo”, y que nos unen más cosas de las que nos separan a los que nacimos allí arriba apelotonados.
-que los cambios pueden ser muy buenos y son la única manera de avanzar a dónde queremos.

Quizás este último sea el más valioso de mis aprendizajes. Siempre me han dado demasiado miedo los cambios, y ahora los busco. No es que ya no tenga miedo, pero sé que tras un cambio (casi)siempre espera algo mejor. 


Hoy empieza mi segunda etapa en esta ciudad y en este país. En la primera etapa he cumplido muchos de los objetivos que tenía al venir aquí, pero aun me quedan algunos, los más importantes. Así que allá voy. Nueva etapa, nuevos retos, nuevas aventuras y nuevas cosas por aprender. Abróchense los cinturones, se avecinan cambios :).